A$AP Rocky habla de Rihanna, de hablar con Trump y de su próximo álbum

Cuando A$AP Rocky estaba en una cárcel sueca, el sol nunca se ponía realmente. Era julio de 2019, y Rocky estaba en prisión preventiva por un cargo de agresión derivado de una pelea callejera en Estocolmo con unos jóvenes que le habían estado siguiendo y acosando a él y a su equipo. Durante un mes, estuvo, dice, confinado en una celda para una sola persona durante 23 horas y media al día. Le resultaba difícil dormir. Durante el verano en Estocolmo, el sol sale unas 18 horas al día. Durante las otras seis, el crepúsculo se funde con el amanecer. Por la noche, mientras este inquietante crepúsculo se colaba por la ventana de su celda, Rocky mantenía la televisión encendida; el ruido de fondo de las noticias en sueco le ayudaba a conciliar el sueño. Pero una semana antes de que saliera, un sonido en el televisor despertó a Rocky.

«Aunque estaba en sueco, escuché ‘Presidente Donald Trump’ y ‘A$AP Rocky’, y me desperté del sueño», recuerda. «Me quedé en plan: ‘¡Oh, joder! «

Así fue como Rocky se enteró de que el presidente se había convertido en el más destacado defensor de la causa #FreeRocky. Las noticias informaban de que Trump tuiteó que había hablado con Kanye West sobre el encarcelamiento de Rocky y que llamaría al primer ministro sueco para tratar la situación. Al día siguiente, el presidente tuiteó que respondería personalmente por la fianza de Rocky. En la lista de prioridades de Trump, liberar a Rocky parecía estar en algún lugar junto con la construcción del muro y las quejas sobre la CNN.

De repente, A$AP Rocky -un artista implacablemente carismático cuyo lienzo favorito es el mosh pit, un icono de estilo que rompe las normas, un hombre singularmente encantador que podría arrancar una sonrisa a una gárgola- había sido empujado inadvertidamente al centro de un incidente diplomático internacional.

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